¿Cómo puedo aumentar la capacidad pulmonar?



Un deportista consume 5 litros de oxigeno por minuto, lo que equivale a 80 ml. por minuto por cada Kg. de peso corporal. Una persona normal consume un máximo de 2,5 litros por minuto.


Estos datos demuestran la enorme diferencia entre el aparato respiratorio de un deportista y el de un individuo sedentario.

Durante una competición deportiva el aparato respiratorio se transforma, aumentando la frecuencia de los actos respiratorios para obtener una mayor ventilación pulmonar.

El aparato respiratorio es el típico ejemplo de aparato redundante, es decir un aparato del que se utiliza solo una fracción de su capacidad efectiva.

Durante una competición deportiva o durante un esfuerzo cualquiera, el aparato respiratorio puede alcanzar una frecuencia de ventilación muy elevada, por lo cual, la ventilación pulmonar es superior a la máxima exigida por el trabajo muscular.

Esto se debe a la capacidad que tienen los pulmones de poner en funcionamiento un número cada vez mayor de alvéolos y capilares pulmonares que, en condiciones normales, no funcionan.

La consecuencia de poner en funcionamiento esta mayor capacidad pulmonar es, por una parte, poder disponer de una mayor cantidad de oxigeno, imprescindible para quemar los azúcares y las grasas, obteniendo así más energía para las contracciones musculares y, por otra, eliminar cantidades mayores de anhídrido carbónico.

En consecuencia, el entrenamiento o realización de una actividad física continua aumenta sensiblemente la capacidad pulmonar del individuo.

Si queremos aumentar nuestra capacidad pulmonar para la realización de algún deporte subacuático es muy recomendable realizar alguna actividad aeróbica complementaria fuera del agua.

Artículos relacionados:

Tags:
Entrenamiento, Respiración


En resumen. ¿Qué problemas tiene la apnea?

El hecho de someter al organismo a una inmersión en apnea a baja profundidad conlleva dos grandes problemas:

· Mantenerse sin respirar.
· Presión hidrostática.

Si la apnea no va a ser profunda, el problema de la presión hidrostática desaparece y “solo” debemos centrarnos en mantenernos sin respirar el máximo tiempo posible. El resto de problemas que pueden surgir con la práctica de la apnea derivan de la presión hidrostática y son:

· Hiperventilación. Esta técnica respiratoria es desaconsejable si la apnea se va a realizar a baja profundidad.

· Bradicardia. Disminución refleja de la frecuencia cardiaca que provoca una disminución del riego sanguíneo al celebro.

· Edema pulmonar. Provocado por la presión hidrostática sobre la caja torácica

· Hemorragias subconjuntivales. Se producen en los ojos por el uso de gafas de buceo demasiado rígidas a la presión hidrostática.

· Rotura del tímpano. Provocado por la diferencia de presión entre la cara externa y la cara interna del oído.

Artículos relacionados:

¿En qué consiste la maniobra que resuelve el problema de la presión hidrostática en el oído?



Se llama “compensación”. Consiste en dejar escapar un poquito de aire por la boca, de vez en cuando, acompañando esta maniobra, con movimientos de la mandíbula de modo que las trompas de Eustaquio permanezcan libres.


Esta maniobra resulta eficaz si las trompas no están obstruidas por catarro y si la mucosa que las tapiza no está congestionada o inflamada, en cuyo caso, la maniobra de compensación resulta ineficaz.

Artículos relacionados:

¿Cómo se puede subsanar la complicación que provoca en el oído la presión hidrostática?



Casi todas las personas que se dedican a nadar en apnea conocen la maniobra adecuada para evitar, o por lo menos para que sea más improbable la rotura del tímpano.

La maniobra consiste en mantener libre la trompa de Eustaquio, para que el oído medio comunique con el resto del sistema respiratorio.

De esta forma la presión aumenta proporcionalmente a la que hay en los alvéolos pulmonares.

Esta maniobra suele ser suficiente para impedir una deformación excesiva de la membrana del tímpano y, como consecuencia, su rotura.

Artículos relacionados: