En cierta medida esto es posible; el entrenamiento aeróbico puede transformar las fibras rápidas en lentas y viceversa.
El primer caso es el que se produce con más facilidad y, además, tiene un efecto más duradero. Es más difícil transformar fibras lentas en rápidas y, este efecto es más bien fugaz.
Realizaremos un entrenamiento de resistencia o larga duración, si lo que queremos es aumentar nuestro porcentaje de fibras lentas. Si por el contrario queremos aumentar el número de fibras rápidas realizaremos un entrenamiento corto pero intenso.
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